Wednesday, January 23, 2013

Rima LIII y Belmiro de Almeida


En el cuadro del Belmiro de Almeida hay elementos romántico-intimistas por los colores que demuestran los sentimientos que hay en la Rima LIII de Bécquer. Los colores a la izquierda del cuadro son colores brillantes y de oro. Estos colores son como los aspectos de la naturaleza que volverán en el poema de Bécquer, “Volverán las tupidas madreselvas...”. También en el cuadro hay elementos de la naturaleza como las flores como las rosas, la luz y el pájaro. Aunque la luz brillante a la izquierda demuestra los elementos intimistas y positivas del poema, la oscuridad a la derecha muestra la melancolía y el amor fracasado. La oscuridad y las sombras representan la tristeza y la pérdida de la amada. También la posición de la mujer indica la tristeza y la desesperanza que se ve en el amor fracasado del poema. Aunque el hombre no está sentido por una silla, su cara y sus ojos muestra un sentimiento serio y formal como las descripciones en última estrofa, “Pero mudo y absorto y de rodillas/como se adora a Dios ante su alter/como yo te he querido...;desengáñate”. Los eventos que causan la tristeza ya pasaron y como el poema, el cuadro demuestra los resultados de un amor fracasado y perdido. Los elementos de la naturaleza en el cuadro, como el poema, representan la pérdida. En el cuadro, la flor ha tirado en el suelo y quizás sea un símbolo del amor perdido. En general el tema del amor fracasado y el tono de melancolía se reflejan por el cuadro de Belmiro de Almeida y el poema de Bécquer.

Monday, January 21, 2013

Rima LIII

El poema de Bécquer usa los elementos del romanticismo y la edad media. Usa los temas de amor fracasado y el dolor. También la estructura del poema es sencilla y tiene una musicalidad como la poesía de la edad media. En la primera estrofa, Bécquer pone énfasis en la naturaleza y dice que las golondrinas van a volver a sus nidos en el balcón de una persona. En la segunda estrofa, Bécquer dice que las golondrinas que ven la hermosura de la mujer y las relaciones entre el narrador y la mujer no van a volver al balcón. En la tercera estrofa, Bécquer, como la primera estrofa, usa la naturaleza y dice que las madreselvas van a volver a su jardín con sus flores. En la cuarta estrofa, Bécquer dice que las cuajadas de rocio van a caer como las lágrimas y no van volver. En la quinta estrofa, dice que las palabras de amor y el corazón de la mujer van a volver. Pero en el último estrofa, dice que las palabras de amor no van a adorar la mujer como los hombres se adoran a Dios.